Hace menos de un año apenas sabía distinguir entre lo que es Hardware y Software, lo cierto es que era una completa ignorante en cuanto a todo lo que tiene que ver con informática, internet o nuevas tecnologías.
A día de hoy, ha empezado a gustarme tanto que hasta estoy aprendiendo a desarrollar apps por mí misma. Eso sí apps muy sencillas.
Todo empezó por auténtica necesidad, y es que después de llevar muchos años vendiendo mis diseños e ilustraciones en tiendas físicas varios amigos me dijeron que, en mi caso, lo realmente interesante era crear mi propia tienda online y dejarme de intermediarios.
La verdad es que hasta que no me lo dijeron varias personas no terminé de planteármelo porque no tenía ni idea de ordenadores o programación y, además, no tenía claro que fuera una inversión que me compensara. Ahora lo que no sé es por qué no lo hice antes.
Es cierto que tuve la suerte de dar con unos auténticos profesionales, puede ser una de las cosas buenas de vivir en una ciudad como Santander en la que, quién más quién menos es fácil que a través de conocidos te recomienden los servicios de una empresa de confianza, fue así como conocí a Novored, una empresa de diseños y desarrollo web con vocación por las “Soluciones Globales Online”.
Por otra parte, tienen experiencia con los CMS opensource como WordPress y Prestashop que son los gestores de contenido que quería para mi web y tienda online, respectivamente.
¿Por qué elegí Prestashop?
Recuerdo que, al principio, cuando hablaba con los desarrolladores web todo me sonaba a chino así que me pasaba horas investigando sobre los términos que usaban y las prestaciones de cada plataforma para entender bien lo que me decían.
Si bien, la paciencia de los profesionales que contraté ayudó mucho el proceso. Me costó decidirme por el gestor de contenidos, pero finalmente me decanté por Prestahop principalmente porque es un gestor muy fácil de usar para quienes no somos expertos en estos tipos de Software, si bien también tiene muchas otras ventajas.
Entre ellas, que es una opción para los que tenemos pequeñas y medianas empresas que queremos crear una tienda online, sobre todo porque permite trabajar de forma rápida y eficaz y actualizar el catálogo de productos muy ágilmente. Lo cierto es que esta última opción me permite ahorrar mucho tiempo.
Por otra parte, resulta muy fácil de instalar en el proveedor de alojamiento que hayas elegido. También está muy bien pensado para aprovechar al máximo los recursos de Marketing Online, puesto que este tipo de gestores posicionan bien naturalmente.
Otra opción que me ha resultado muy interesante, es la de poder integrar mis productos en otras listas externas como eBay o Amazon. De ese modo, me ha sido posible a acceder a un gran número de clientes potenciales, además de mejorar el posicionamiento de la página.
Al ser un gestor bastante intuitivo, una vez que empiezas a manejarte puedes seleccionar el número de productos por página y las características que quieres mostrar, así si, por ejemplo, quieres indicar que un producto está “fuera de stock”. Es una forma muy efectiva de que los clientes puedan encontrar rápidamente aquello que se adapte mejor a sus necesidades y criterios de búsqueda. El propio gestor de contenidos ayuda a elegir rápidamente el producto gracias a su funcionalidad de “Comparador de Productos”.
También es de gran ayuda para mejorar las ventas que estos gestores faciliten la Garantía de Protección de datos. Esto genera una confianza imprescindible en este tipo de transacciones por Internet. A mí como compradora también me gusta que exista un código que proteja las transacciones económicas y los datos personales de los usuarios.
El Protocolo SSL garantiza pagos con tarjeta seguros, lo que cada vez es más importante, teniendo en cuenta el aumento en el número de ciberdelincuentes.
Cuando ahora muchos que me conocen me escuchan utilizando estos términos tan de la jerga informática como apps, desarrollo web, o gestores de contenido de forma habitual se dan cuenta de lo mucho que he cambiado.
Si bien, adaptarme al mundo digital es lo mejor que he podido hacer para que mi negocio terminara de despegar.
