Según un estudio elaborado por la Universidad de Londres publicado en abril de 2017, los niños cada vez pierden más tiempo de sueño por usar el móvil. Esto, unido al alto porcentaje de adopción de dispositivos electrónicos entre menores, crea una situación peligrosa. De ahí que los padres se preocupen cada vez con aquello que consumen sus hijos, desde poner protectores de pantalla a este tipo de dispositivos para que no dañen sus ojos hasta elegir con muchísima precaución cuáles son las páginas web que los niños visitan para que el contenido sea el adecuado y, a su vez, que el diseño de las mismas no sea de nuevo perjudicial para su vista. Es por esto que las empresas cada vez más, conscientes de esta situación, buscan un mejor diseño de sus páginas encargándolo a profesionales del sector como el Grupo IBS.
IBS es una empresa de diseño y creación de páginas web en Valencia, con más de once años de experiencia en el desarrollo web para empresas, programación de aplicaciones y mantenimiento informático en La Eliana. Son una empresa dinámica, preparada para ajustarse a las necesidades del cliente cómo y cuándo lo necesite. Como el caso de las webs más visitadas por niños, donde el diseño debe ser primordial.
Se dice que quien no tiene presencia en internet no existe, y por ello en esta empresa ponen especial hincapié en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de páginas web y marketing en internet, ya que el hecho de que sea perjudicial el uso de dispositivos para la vista de los más pequeños y para su sueño no quiere decir que se deba renunciar a su utilización, ya que sería vivir de espaldas a la realidad. Se trata de mejorar lo que se ofrece creando el mejor escaparate que existe para las empresas.
Pues bien, como decimos, no se puede vivir a contracorriente, pero sí se aconseja vigilar el uso de dispositivos móviles por parte de menores y combinarlo con lectura tradicional en papel para que descanse más su vista y después duerman mejor.
Y es que la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito familiar ha revolucionado la forma en que los niños perciben el mundo. Donde antes había juguetes, muñecos y libros, ahora hay tabletas y móviles con pantallas interactivas que estimulan en exceso a los niños.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el 67 por ciento de los menores entre 10 y 15 años tenía en 2015 un teléfono móvil. En el caso de los niños de 10 años el porcentaje era nada menos que del 29,7 por ciento. En cuanto a los más pequeños, no hay muchos datos al respecto, pero es cada vez más habitual que los padres entretengan a sus hijos con apps, vídeos en YouTube o videojuegos en la pantalla del móvil. ¿Cómo les afecta esta exposición a las pantallas?
Por primera vez, un estudio realizado en la Universidad de Londres ha hallado relación directa entre el uso de este tipo de dispositivos y la falta de sueño y la dificultad para coger el sueño en niños de entre seis meses y tres años. Concretamente, por cada hora de uso, según los datos del estudio, los niños pierden de media 26 minutos de sueño nocturno, de los cuales diez minutos lo recuperan en siestas durante el día.
Libros en papel para proteger de la sobreestimulacion
Combinar los efectos perjudiciales del exceso de uso de pantallas en los niños con la pérdida de hábitos de lectura puede ser muy nocivo. El cerebro de un niño de entre 0 y 3 años es como un lienzo en blanco, listo para ser trazado a base de sinapsis neuronales, algo que se crea con historias, ya sea en libros, películas, series o videojuegos. Pero dejar a un niño delante de una pantalla sin control supone un riesgo. Así, una alternativa sana para proteger a los niños de la sobreestimulación es la lectura de cuentos en papel, especialmente a la hora de ir a la cama. Un niño que ha leído en papel en lugar de usado un móvil o visto la televisión dormirá mucho mejor. Además, leer en compañía es una buena forma de fortalecer el vínculo entre padres e hijos, ya que la presencia y cercanía de una persona que signifique una figura de apego seguro para el niño es algo que ayuda a paliar los efectos de esta perversa ficción: cariño, amor y contacto humano son lo que beneficia al desarrollo del cerebro humano.