En 2019 el trabajo colaborativo ha llegado a un punto de madurez, en el que la sociedad ha entendido esta forma de trabajo, y la aceptado con los brazos abiertos. Aunque lo cierto es que siempre habrá detractores, o haters, que no consiguen entender que trabajar en un espacio común favorece a la productividad, creatividad y networking entre otros factores.
Lo cierto es que muchos jóvenes que se enfrentan al mercado laboral llegan a un punto en el que se dan cuenta de que hay trabajo, pero que para poder estar en el mercado tienen que ser autónomos. Hablamos de abogados, procuradores, expertos en marketing, diseño gráfico… una gran cantidad de profesiones que dependen de ellos mismos.
Esta generación está acostumbrada a un método de estudio bastante concreto, y solemos encontrarnos con que lo normal para ellos es estudiar en entornos como bibliotecas o cafés. Starbucks ha hecho mucho daño para las cafeterías normales, pero para los estudiantes ha supuesto una gran ventaja para estudiar.
De esta manera nos encontramos con una generación que ve un paso natural para trabajar en espacios comunes como son los espacios de coworking. Y esto es algo bastante interesante, pues parece que estamos dirigiéndonos a una situación laboral en la que los espacios de coworking van a aumentar y a mejorar.
Pero esto no quiere decir que los actuales espacios de coworking no se estén desarrollando y implementando mejoras constantes. De hecho esto es lo que veo yo en The Undergroundden, una empresa con un gran equipo humano, con desarrollo internacional y más de 18 años de experiencia en el mundo empresarial, y que pone a disposición de sus clientes un espacio de coworking en Madrid.
En el artículo de hoy vamos a hablar de cual es la evolución hacia la que se dirigen los espacios colaborativos. Para ello vamos a utilizar a uno de los influencers más famosos que existen en YouTube, y que ha creado un proyecto que se desarrolla lentamente, pero con pasos firmes y seguros.
El ejemplo de 368
Hablamos nada más ni nada menos que de Casey Neistat, un director, productor y polifacético profesional que se dio a conocer a principios de los dos mil con la serie Neistat Brothers. Pero la mayoría de las personas que están al tanto del mundo del cine estadounidense lo conocerán mayormente por ser el primer YouTuber que empezó a hacer Vlogs.
La palabra Vlog hace referencia a los videos diarios que suben los youtubers, en ellos muestran su vida diaria desde su punto de vista. Y no es descabellado decir que Casey Neistat revolucionó YouTube con sus videos, y ha inspirado a toda una generación con su estilo único, motivador y adictivo, viendo muchos de sus recursos otros canales.
Casey Neistat empezó en 2017 una serie de videos en los que mostraba como, tras la compra por parte de la FOX de su empresa Beme, tenía un proyecto entre manos al que llamó 368 por ser el número de la avenida dónde se sitúa la oficina. Este proyecto está llamado a ser el origen del siguiente paso del coworking.
Cuando hablamos de coworking hacemos referencia a todos aquellos profesionales que trabajan en espacios compartidos de profesiones diferentes. Pero no todos los espacios de coworking pueden acoger un grupo de personas con un proyecto audiovisual o creativo que se desarrolla a partir de unas instalaciones concretas.
Y aquí es donde 368 coge el relevo, y es que Casey Neistat se ha adelantado a los tiempos creando un espacio común en el que creadores de todo tipo de contenido van a poder ir a utilizar las instalaciones diseñadas con las últimas tecnologías para llevar a cabo sus productos. Pero va un paso más allá, ya que el es conocedor de que hay sectores que están atrayendo mucho dinero, como el gaming, y ha creado espacios para que equipos enteros de eSports puedan entrenar o competir.
En definitiva, lo que Casey Neistat ha creado es un espacio en el que todo creador de contenido o artista disponga de absolutamente todo lo necesario para dar rienda suelta a su a creatividad. Y ahí es dónde está el futuro del coworking, no solo en una mesa corrida, sino en un espacio adaptable a las necesidades de los creadores de contenido y con todo lo necesario para realizar diferentes tipos de trabajo.